
Esta es Narya. La encontré una mañana en horas de trabajo. Entrábamos a un bar a tomarnos un café y la dueña del sitio nos dijo que llevaba una semana por allí. Me enamoré de ella en cuanto se me acercó con las orejas gachas buscando que alguien la acariciara. Sólo eso, una caricia hizo falta. Esa tarde teniamos reunión de la Sociedad Tolkien y adivinad quien entró conmigo. Alli mismo escogimos su nombre y comprobamos que, decididamente, le gustaban los hombres.
Dentro de dos meses hará cuatro años de áquello. Desde entonces, además de Narya ha recibido multiples nombres, tal como "amorcito", "mi nena", "pechocha (de preciosa con voz infantiloide)", etc. Sus gamberradas han ido desde cargarse dos alfombras de seda hasta arrancarle un cacho de carne a un cabra montesa, pasando por torturar psicológicamente a todo tipo de perros incluidos los mastines del vecino.
¿Y que hace su dueña mientras tanto, os preguntareis? Su dueña hace mucho que reconoció que habia dejado de mandar en casa. Cedió graciosamente el trono de "la favorita de mamá"a su nena y se retiró a gozar de un merecido descanso de los rounds de cariño con su familia.
1 comentario:
la nenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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